Los celos podrian definirse como una forma de confundir el amor con la posesión, es decir, cuando se generan ideas del tipo “si me dejas, nunca encontraré a nadie como tú”, “eres la única persona que me llena y le da sentido a mi vida”, “necesito saber que haces, a donde vas, con quien pasas tu tiempo cuando no estás conmigo…” “no puedo tolerar que mi pareja no me quiera tanto como yo a él /ella”, etc., se esta hablando de personas que corren el riesgo de vivir intensamente las dos caras de una pasión llamada “Celotipia o Celos” ya que por un lado encuentran a una pareja que los quiere y los gratifica y por el otro viven un infierno producto de sus fantasías al imaginar a su pareja con un tercero sin ningún argumento lógico o prueba de realidad que lo demuestre; éstas fantasías se vuelven el centro de su atención llevándolas a intentar comprobar una supuesta infidelidad, en la creencia falsa de que perderán lo que tienen-poseen y de que sufrirán mucho si los abandonan.
Pero, ¿Cuál es el parámetro para discernir cuando se trata de celos normales o naturales y cuando hablamos de celos enfermizos? Se puede decir que los celos son naturales cuando la pareja tiene una relación real con alguien más (de amistad, de trabajo, etc.) y que puede resultarle atractiva y producto de ello se despierta una preocupación o miedo ante la posible pérdida de la persona que se ama. En contraste los celos patológicos involucran sentimientos de inseguridad, desconfianza, autocompasión, baja autoestima y una exigencia de manera implícita o explícita a la pareja de que no esté bajo ninguna circunstancia vinculada emocional o sexualmente con alguien más.
Para una persona que padece celos, el comprender que por más que deseen que su pareja esté con él o ella exclusivamente, es una persona libre de elegir lo que quiere, lo cual es algo inconcebible que los desestructura y no les permite ser objetivos, por lo que generalmente caerán en discusiones recurrentes con su pareja haciendo que la relación se vaya deteriorando gradualmente y en algunos casos lleguen a convertirse en relaciones destructivas o que promueven que se consume una verdadera infidelidad.
En conclusión, por mucho que los celos parezcan producto del inmenso cariño que una persona siente por otra, son una pasión que pone en evidencia carencias a nivel emocional y aspectos internos que no están resueltos.
Si los celos o celopatia se convierte en algo que más allá de ser natural y pasan a derivar conductas destructivas, es momento de hacer un alto en el camino y trabajar para fortalecer la autoestima, evitar dejarse llevar por deducciones basadas en ideas carentes de elementos, aprender a decir las cosas de manera explícita en cuanto a las cosas que se quieren o se sienten y si es del caso, buscar apoyo profesional.
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